El joyero es un mueble con siglos de historia que combina elegancia y funcionalidad. Diseñado con compartimentos especiales, mantiene en orden anillos, collares, pulseras y otros objetos de valor, evitando perder tiempo en su búsqueda. Los hay en distintos formatos: desde el armario alto y alargado con puertas y múltiples espacios para joyas, cosméticos o perfumes, hasta modelos más pequeños que se adaptan a cómodas o mesas, perfectos para cualquier estilo.

El zapatero, en cambio, es el aliado ideal para conservar y organizar el calzado. Puede ubicarse en vestidores, dormitorios o incluso en pasillos y recibidores gracias a sus diseños prácticos y decorativos. Con bandejas, baldas o cajones, aprovecha espacios reducidos y mantiene los zapatos protegidos, ordenados y siempre a mano.